lunes, 20 de febrero de 2017

Tarea 1



La actividad práctica consiste en plantear una actividad de comunicación oral en gran grupo atendiendo a la edad de los alumnos y especificando el tratamiento que se le dará a toda la clase y, en especial, a dos niños: uno que no participa en los diálogos orales y otro que no respeta, no escucha y habla continuamente para imponer su punto de vista.

En primer lugar me gustaría indicar que el tema de conversación que he elegido versa sobre un contenido que está a la orden del día y en el que está inmersa la sociedad en general y somos influenciados de manera pasiva. Es decir, la pregunta que será el punto de partida es la siguiente: ¿Hay juguetes solo para niños y para niñas? ya que puede potenciar un amplio abanico de respuestas desde diferentes posiciones y punto de vistas, lo que, enriquecerá el debate y conllevará una retroalimentación así como un feedback continuo.

Desde mi punto de vista, considero que es un tema que debe ser trabajado desde edades tempranas con el objetivo de que niños y niñas no se vean afectados por los estereotipos y prejuicios existentes. Asimismo, es esencial hacerles ver que el juego debe verse proyectado en todos sus sentidos, es decir, debe propiciar un tiempo que influye en el desarrollo de ellos/as y hacerles ver que través del mismo se les da la oportunidad de relacionarse, divertirse así como aprender actitudes y habilidades necesarias para el día a día. 

Para ello, es de vital importancia que sean conscientes que uno de los principales medios influyentes son los medios de comunicación en todos sus sentidos y dentro de estos, la publicidad. De hecho, esta última limita a niños y niñas a elegir así como aprender habilidades y actitudes, las cuales, pueden o no coincidir con su personalidad. Por este motivo, es fundamental que tanto en el ámbito familiar como en el educativo, se aborde esta temática y se le de gran importancia con el objetivo de ayudarles en esta elección tan importante y que influye en el desarrollo de su personalidad.

Primero, lanzaré la pregunta y haremos uso, en un principio, de una técnica de aprendizaje cooperativo 1-2-4. Esta técnica se basa en que, dentro de un pequeño grupo (aproximadamente 4 personas), primero cada alumno/a reflexiona individualmente y se responde las preguntas asimismo/a. Después, intercambia sus respuestas y las comenta con el compañero de al lado. A continuación, todo el equipo expone sus puntos de vistas y sacarán las ideas principales de las respuestas dadas a la pregunta planteada. Una vez que todos los grupos han hecho uso de la técnica explicada, el alumnado se dispondrá a justificar sus puntos de vistas con el objetivo de retroalimentarse así como enriquecerse entre todos y con las distintas preguntas (esta técnica la utilizaré ya que previamente hemos hecho uso de ella en diferentes ocasiones y será presentada de nuevo como algo divertido y lúdico).

Como he indicado con anterioridad, el tema elegido trata sobre los juguetes y el sexo asignado a cada uno de los mismos. Por ello considero, que sería idóneo trabajarlo con el alumnado de 1º de primaria y por ello, expondré los motivos que justifica la edad elegida. Es un tema de actualidad, ya que, tanto en la época de Navidad como en cumpleaños y un largo etcétera podemos apreciar publicidad a través de los distintos medios de comunicación así como en las tiendas físicas.
 
En primer lugar, debemos saber que, durante los primeros años de vida, comienza el conocimiento de sí mismo, el cual, hace referencia a los conocimientos, ideas, creencias y actitudes que tenemos acerca de nosotros mismos. Asimismo, este conocimiento lleva intrínseco el autoconcepto, es decir, el relativo a las características o atributos que utilizamos para describirnos a nosotros mismos y la autoestima, es decir, la valoración que hacemos de ese autoconcepto. Del mismo modo, entre los 2 y 6 años, la identidad existencial que es construida a lo largo del primer año de vida se va a ver enriquecida con atributos y características gracias al acceso y perfeccionamiento de la función simbólica. Durante los años escolares, el autoconcepto elaborado por los niños hasta ese momento va a sufrir modificaciones importantes. De hecho, a partir de los 6 años ya son capaces de diferenciar entre estados externos e internos, las autodefiniciones van a incluir con mayor frecuencia contenidos más psicológicos o internos (Shaffer, 2002). Más hacia adelante entre los 6-8 años se describen como personas con pensamientos, deseo y sentimientos diferentes a los de los demás, a la vez que entienden que no puedan ser conocidos por los otros ya que son internos o privados. A partir de los 8 años, los niños y niñas distinguen entre las características físicas y psicológicas que los definen, siendo estas últimas las que progresivamente van a conformar la descripción que hacen de su yo (Moore y Lemmon, 2001). Es decir, podemos llegar a la conclusión de que este tema, como he indicado con anterioridad, debe ser tratado desde edades tempranas ya que el alumnado en estas edades se encuentra en pleno desarrollo.

Asimismo, el concepto de identidad se refiere a la capacidad del yo para conservar la mismidad, es decir, para seguir siendo sí mismo y continuo en tiempo y espacio al tener que enfrentarse a un ambiente en constante cambio. La identidad tiene la capacidad de adaptarse hasta cierto punto a esos entornos, pero conservando rasgos fundamentales que hacen al sujeto sentirse sí mismo conservándose características tanto de sus anteriores etapas de desarrollo como del medio donde habita (Erikson, 1978) es decir, el concepto de identidad implica la interacción individuo-grupo-sociedad, por un lado, y de la historia personal con la historia social, por otro. Consolidar la identidad es un trabajo que tiene una doble finalidad: por un lado, encontrar un sentimiento interno de unidad y, por otro, desde nuestras relaciones con el mundo, diferenciarnos del otro desde algún punto o aspectos, de entre los cuales cabe distinguir la identidad sexual (la conciencia del propio sexo biológico), la identidad de género (la autoinclusión en una u otra categoría de género, es decir, sentirse femenino o masculino independientemente del sexo biológico que se posea) y la tipificación sexual (el proceso a través del cual niños y niñas adquieren pautas de conducta que la sociedad considera típicas de uno y otro sexo). 
Del mismo modo, el objetivo que se persigue es que el alumnado desarrollen numerosas habilidades, ya que, los juegos asignados exclusivamente a uno y otro sexo invita al desarrollo de unas habilidades para niñas y otras para los niños, excluyéndoles a la vez de la posibilidad de practicar las que pertenecen al otro sexo, contribuyendo a crear seres incompletos y polarizados (Alonso Hernández, C., 2008)

En definitiva, todo lo dicho anteriormente justifica la elección del tema. Es decir, es de vital importancia que se aborde el mismo debido a que el alumnado de 1 de primaria está en pleno desarrollo y continúa conociéndose a sí mismo. Por ello, como he indicado, los niños y niñas deben concienciarse de los juicios y estereotipos existentes y de que los únicos que deben decidir en la configuración de su identidad y todo lo que abarca este término.

Comenzaré indicando que como bien he podido apreciar en el documento facilitado en la asignatura llamado “Importancia del contexto en la comprensión”, es fundamental que el alumnado sepa cuál es el contexto en el que se llevará la actividad con el objetivo de no caer en controversias. 
Para ello, la actividad comenzará a desarrollarse recordándole al alumnado en qué consistirá la misma y conmemorando las normas de respeto y convivencia. Así, les explicaré que vamos a llevar a cabo la realización de un debate, el cual, consistirá en darle cada uno/a de ellos/as respuesta a la pregunta: ¿Hay solo juguetes para niños y para niñas? Cada pregunta será única ya que cada alumno tiene su propia personalidad y será justificada. Del mismo modo, entre todos, nos iremos retroalimentando y exponiendo distintos puntos de vista siempre desde el respeto. Este ejercicio tendrá distintas partes: la primera parte será una reflexión individual (haré uso de una canción que le induzca a la relajación), luego pasará a compartirse con el/la compañero/a seguido de comunicarlo al pequeño grupo y, finalmente, se hará el debate entre toda la clase.  Es decir, como indiqué al comienzo, haremos uso de una técnica de aprendizaje colaborativo 1-2-4 en primer lugar y, posteriormente, haremos el debate en gran grupo. Asimismo, recordar que, a la hora del gran debate habrá un moderador  que se encargará de que el mismo fluya y se desarrolle sin ningún percance.
Cuando lleguemos a la parte del debate en el que participará todo el alumnado, recordaremos de nuevo las normas de respeto y convivencia. 

Normas de respeto y convivencia
-          Prestar atención
-          No interrumpir
-          Hablar solo cuando el moderador nos de la palabra
-          Intentar comprender el punto de vista del otro
-          Aceptar que los diferentes puntos de vista enriquecen al grupo
-          Mostrar confianza y evitar prejuicios
-          Mostrar comprensión (a través del lenguaje no-verbal)
-          Mostrar interés (a través de preguntas o del lenguaje no-verbal)
-          Expresar las opiniones de forma clara y coherente
-          Mostrar respeto y cordialidad
-          Apreciar la capacidad de comprensión de los demás
-          Respetar el turno de palabra
-          Para hablar, hay que pedir la palabra
-          No vale decir “yo, yo…”
-          No hay una única respuesta correcta, ¡TODAS VALEN!

El tema lo plantearé de manera que desde el primer momento el alumnado se conciencie que es una cuestión de gran relevancia. Para ello, habrá dos sesiones, una que implique la búsqueda de anuncios, eslóganes, revistas, entre otros, que contenga publicidad de juguetes sexista y el análisis de los mismos. Así, luego quedará reflejado en el aula y nos servirán de bases para la justificación de nuestros puntos de vista. Del mismo modo, yo  les mostraré distintos anuncios, eslóganes, revistas, entre otros, donde se aprecie que los juguetes están divididos por sexo y una revista donde no haya distinción ninguna. Considero que el hecho de que el alumnado pueda apreciar de primera mano las contradicciones que podemos encontrar de un mismo tema en los distintos medios, les conllevará a llevar una reflexión profunda.  
Recordar de nuevo que la pregunta principal será ¿Hay juguetes solo para niños y para niñas? No obstante, es necesario llevar diversas preguntas de andamiaje para que, en el casual de que el debate se quede estacado, se lance dichas preguntas y continúe realizándose el mismo. Así, a continuación expondré las distintas preguntas:

o   ¿Dónde pone que un juguete es para niño o para niña?
o   ¿Por qué solo jugáis a lo que creéis que es de niño o niña?
o   ¿Quién os ha dicho que hay juguetes de niño o de niña?

En primer lugar debo indicar que, con la utilización de la técnica de trabajo cooperativo 1-2-4, el alumno en cuestión participará, ya que, intercambiará su punto de vista con los compañeros de su mesa de trabajo. Además, al ser una técnica que ya habremos utilizado, motivará al alumno a participar de manera divertida y no con  la metodología convencional a la que estamos acostumbrados en la mayoría de ocasiones. 

Del mismo modo, una vez que hemos dado por finalizada la primera parte, se procederá a realizar el debate entre todo el alumnado. Para ello, debemos ser conscientes que los niños y niñas retraídos no parece que tengan particulares dificultades para entender del modo correcto las situaciones sociales, incluso las conflictivas ambiguas, poseen un repertorio de conductas adecuado y son capaces de elegir la estrategia correcta o, al menos, son potencialmente capaces de hacer todo esto, y así lo demuestran en situaciones hipotéticas. Los problemas aquí aparecen a la hora de poner en marcha la conducta, donde una excesiva autoconciencia (todos están pendientes de mi) y unas expectativas de autoeficacia negativa (voy a hacer el ridículo) entorpecen el proceso. En estos casos, la experiencia emocional generada suele ser de miedo o ansiedad y, una vez desencadenada, también restará posibilidades de éxito. Las personas inhibidas son aquellas que habitualmente adoptan una actitud pasiva ante los conflictos interpersonales, sometiéndose a la voluntad de los otros y renunciando a los propios sentimientos, intereses y derechos. De hecho, la timidez es un fenómeno muy común  que la mayor parte de las personas han experimentado en algún momento. Esto implica una preocupación por una situación social y se acompaña de sentimientos negativos de autovaloración (Schmidt y Buss, 2010). La timidez está ligada a aspectos temperamentales y biológicos, y tiene una gran cantidad de correlatos conductuales, cognitivos, afectivos y psicofisiológicos. En definitiva, son personas que no puede o no quiere, es decir, sabe cómo pero no puede hacerlo debido a una falta de motivación, incentivo o reforzamiento así como a una serie de interferencias cognitivas (veáse expectativas relacionales negativas o autoconciencia excesiva), interferencias emocionales (ansiedad, miedo) e interferencias conductuales (Monjas, 2007).  Por todo lo dicho hasta aquí, considero que es fundamental  que el niño/la niña que no participe, se sienta seguro con el tema que estamos tratando, de ahí, la elección del tema de los juguetes y que lo controle. Es fundamental que se sienta respaldado por el maestro/la maestra en todo momento,  que se haga uso de refuerzos positivos y elogios así  como que se sienta parte importante del grupo.

Al igual que se debe tener presente aquel alumno que no participa por su timidez, también debemos ser conscientes que es fundamental trabajar con un alumno que molesta continuamente y no respetar las normas de comunicación aceptando solo su postura. Es decir, esta postura se conoce en psicología como conductas agresivas la cual supone ofender, provocar o atacar a los otros para defender los propios intereses, anulando así los de los demás. Además, estos niños parecen tener dificultades para inferir las intenciones de los otros en situaciones ambiguas. También pueden tener dificultades para encontrar alternativas conductuales a la estrategias hostiles, sea porque disponen de pocas conductas positivas en su repertorio, sea porque la impulsividad y la falta de autocontrol no les permita analizar suficientemente el mismo, o por una combinación de ambas cosas. Asimismo, estas situaciones ambiguas o conflictivas generan en los niños agresivos respuestas emocionales de frustración o enfado (Dogge, Coie y Lynam, 2006). Por ello, considero que es fundamental que el maestro/la maestra  aborde este tema ya que es de gran importancia. Debemos buscar soluciones con el objetivo de favorecer al alumno y encontrar el porqué de su actitud. Desde mi punto de vista y mis experiencias en aulas de infantil, considero que no debemos tomar la opción del castigo como medio para intentar paliar estas situaciones, porque, el hecho de que en numerosas ocasiones un alumno tenga este tipo de comportamiento lleva intrínseco que esté pasando por una mala situación que quizás no sepamos. De ahí, a lo que he dicho con anterioridad, debemos encontrar el porqué. Asimismo, el uso del refuerzo positivo es gratificante en estas situaciones y le conducirá a replantearse el comportarse de una manera u otra (para el refuerzo positivo, haría uso de unos vales que tendría en el aula del tipo: “5 minutos más de recreo”, “durante un día, te puedes sentar con quien quieras”…).
Además de lo dicho hasta aquí, es esencial que este/a alumno/a tenga muy claro que, al igual que es respetado/a por sus compañeros, él/ella lo debe ser con sus iguales. Al mismo tiempo, deberá cumplir las normas y ser consciente de que no hay una sola respuesta válida, que todas valen y que, aunque todos tengamos los mismos derechos y deberes, somos diferentes unos de los otros, somos únicos. De ahí, a que cada persona tenga un punto de vista que difiera de los demás ante las diversas situaciones que se nos plantean. El niño/la niña será ignorado en caso de que no cumpla con las normas acordadas

A través de la puesta en práctica de esta actividad, evaluaremos tanto la comprensión como la expresión oral del alumnado.  De este modo, la compresión conllevará evaluar que el alumnado sea capaz de escuchar, ya que, saber escuchar conlleva comprender lo que dicen los demás y más en un debate. Es decir, el alumnado puede oír, pero como bien se dice “escuchar es oír 3 veces bien”. Igualmente, la expresión supondrá evaluar la concienciación del alumnado acerca de que deben ser entendidos y escuchados por sus iguales. Para ello, deberán hacer uso de un tono adecuado, un vocabulario acorde con su edad y el modo en que se deben comunicar.
A continuación, expongo una tabla de evaluación que utilizaría para llevar a cabo la evaluación del alumnado:

Ítems
Nivel I
Nivel II
Nivel III
¿En qué nivel?
Domina el tema que expone
Expresa con claridad  fluidez las ideas
A veces expresa sus ideas y detalles claramente
No muestra claridad en sus ideas

Seguridad en la exposición de su trabajo
Actúa con seguridad y firmeza en la exposición oral
En su exposición oral no siempre actúa con total seguridad.
No expone con seguridad

Vocabulario
Hace uso de un vocabulario amplio y de gran variedad
Hace uso de un vocabulario limitado
Hace uso de un vocabulario muy limitado y repite muchas palabras

Opinión Personal
Expresa su opinión personal sin juzgar
Expresa su opinión persona pero no de manera clara
No expresa su opinión personal

Pronunciación y modulación
Pronuncia y modula de manera correcta las palabras
Pronuncia y modula de forma clara en casi todas las ocasiones (2-3 errores)
Su pronunciación y modulación no son claras

Tono de voz
Habla fuerte y claro
No siempre se escucha con claridad pero habla fuerte
No habla con claridad ni fuerte

Postura
Buena posición caporal mirando constantemente a su grupo
A veces se mantiene erguida, aunque, se mueve y se apoya
No mira a su grupo así como no se mantiene erguida sino que se mueve y apoya

Turno
Levanta siempre la mano y espera a que el moderador le de la palabra
En la mayoría de las ocasiones, levanta la mano y respeta el turno de la palabra (2-3 veces e le olvida)
No es capaz de esperar su turno y constantemente está interrumpiendo.


Referencias bibliográficas
Shaffer, D.R. (2002). Desarrollo social y de la personalidad. Madrid: Thomson
Moore,C. y Lemmon, K. (eds.) (2001). El fenómeno bullying en las escuelas de Sevilla. Tesis doctoral no publicada. Universidad de Sevilla.
Erikson, E. H. (1968). Identidad, juventud y crisis. Madrid: Taurus.
Alonso Hernández, C., 2008
Schmidt, L.A. y Buss, A. H. (2010). Understanding shynesss: four questions and four decades of research. En K.H. Rubin y R. J. Coplan (Eds.), The developmente of shyness and social withdrawal. New York; The Guildford Press
Mojas, I. (Dir.) (2007). Cómo promover la convivencia: Programa de Asertividad y Habilidades Sociales (PAHS). Madrid: CEPE
Dodge, K.A., Coie, J.D. y Lynam, D. (2006) Agression and antisocial behavior in youth. En W. Damon y R.M. Lerner. (Eds.). Child and adolescent development. An advanced course. New Jersey: Jonh Wiley&Sons.
Labajo, I (2017). Apuntes Didáctica de la Lengua Española. Madrid: Centro Universitario Lasalle.